Muchos lo recordaremos.
¿Podrá olvidarse rápido el espanto?
a fatalidad?
El libro que me leía desde niña mi abuela yace en el buro que está junto a mi cama. Ella ya no vive más por aquí, la existencia de su inexistencia muestra en el ejemplar cierto horror que alguna persona intenta guardar como registro de aquella noche. Las alegrías y fantasías que nacían al leer anteriormente eran penetradas por un puñal oxidado y sin filo, mis ojos se hunden en las historias del noticiero, en la mirada del hombre cargando al niño, en la imagen de carro casi para caerse.
El agua siempre mirándonos
La imagen que nos muestra al pensar en ella no es la de siempre: la violencia y la fuerza del viento golpeaba las caras sobre los tejados.
El año que viene será otro día.
1 comentario:
Es triste mirar esa imagen. Es como si de repente fuéramos golpeados por la verdad, que frente a la naturaleza no somos nada...
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